El ilusionismo o la magia es una actividad al alcance de todxs, eso sí, requiere tiempo y disciplina. Veamos cuales son algunos de los beneficios que nos aporta la magia:
- Desarrolla la curiosidad, imaginación y creatividad: toda acción mágica tiene como finalidad sorprender al público, lo que representa todo un reto para el practicante, que querrá encontrar nuevas y originales rutinas, inventando trucos o combinando varios de los aprendidos.
- Resolución de problemas: ¿Quién no se ha preguntado al ver un truco “… pero, ¿Cómo es posible”? La visualización y práctica de la magia requiere resolver y descifrar acertijos así como diferentes problemáticas que involucran las matemáticas y la ciencia. Representa todo un reto intelectual.
- Espíritu crítico: la magia es el arte de lo oculto, donde no todo es lo que parece, por lo que si quieres ir más allá, deberás analizar, pensar, reflexionar y replantear el enfoque (sin dejarte llevar por lo evidente).
- Memoria: antes de tus “actuaciones”, necesitarás tener preparado tu truco, y para ello, previamente habrás tenido que memorizar todos los pasos requeridos para llevarlo a cabo, así como también el discurso y el orden de las acciones.
- Habilidades motrices: en general la magia requiere agilidad y coordinación para poder realizar manipulaciones y florituras. Por lo que la parte técnica es muy importante, aunque no la principal.
- Disciplina y paciencia: la práctica es fundamental, repito, fundamental, antes de llevar tu juego a escena. A todos nos ha pasado que en cuanto crees que tienes un truco preparado, rápidamente lo quieres llevar a la práctica y esto es un error, ya que el margen de equivocación / fallo es muy alto. Requerirá que te armes de paciencia, practiques, te veas (en la medida de lo posible grabándote para verlo desde el ángulo del espectador) y pulas tanto la técnica como la narrativa. En cuanto salga de manera natural, ya estarás preparado.
- Confianza: ¿Cómo crees que se siente el magx cuando recibe el aplauso del público? Pues gratamente agradecidx y fortalecido al sentir la admiración del espectador.
- Comunicación: Saber realizar el truco técnicamente es importante, obviamente, pero lo que realmente diferencia un truco de la magia, es precisamente la narrativa y la puesta en escena. La manera en la que se comunica el mago (oral y corporal) es esencial para atraer la atención, atrapar y sorprender al público también desde una vertiente más emocional.
- Resiliencia: el error y el miedo a la equivocación estará siempre presente en las actuaciones, y en algún caso te sucederá y puede que con ello te llegue el estrés y la frustración. ¡Eso es bueno! ya que te hará mejorar y perfeccionar tu rutina.
- Diversión: por encima de todo, y como en todas las disciplinas, ¡hay que pasarlo bien! solo así podrás disfrutarlo plenamente y transmitir esas emociones al espectador/a.
Estos son solo 10 ejemplos de los beneficios que aporta la magia. Si quieres saber más, consulta nuestro post Aprender Magia.
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