Aprender enseñando

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Aprender enseñando: el poder la mente.

El otro día, estaba mi hijo (10 años) haciendo los deberes de matemáticas y me dijo, muy molesto:

Es que no lo entiendo!!. -. Se levantó de un salto de su silla y se marchó de la habitación, dejando a su espalda un rastro de resoplidos y quejas.

Al cabo de unos minutos, le contesté:

A veeeeer, ¡ven que te lo explico.! – Tras probar varias fórmulas (en papel, pizarra, vídeo de internet…) no hubo forma. La paciencia acabó colonizando mi ser y fue entonces cuando salté de la silla dejando detrás de mi otra colección de resoplidos y quejas ;).

(En ocasiones, ésta situación puede entrar en bucle.)

¿Os resulta familiar esta situación?

Entonces es cuando recuerdas la frase: “Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados” – Albert Einstein.

Llegados a este punto, esta claro, hay que hacer algo diferente. En este caso, aplicaremos el método “aprender enseñando” o “Learning-by-teaching“, que suena mejor.

Evidencias científicas

Un experimento liderado por Annis, Linda Ferrill. (1983), nos arroja datos objetivos que nos confirman la obtención de mejores resultados cuando un individuo aprende un concepto y tiene la oportunidad de enseñarlo. Su autora concluyó que enseñar a otros favorecía el aprendizaje verbal al requerir mayor esfuerzo y atención sobre lo que se desea enseñar ya que precisaba un ejercicio cognitivo adicional y retroalimentado por los oyentes (que exponen sus dudas y evidencian ciertas lagunas).

Por otro lado, encontramos la teoría de Glasser (desarrollada por el psiquiatra William Glasser) en la que representa con una pirámide las bases que influyen en nuestro aprendizaje.

Pirámide del aprendizaje de William Glasser - Valera Business Training

Como podemos observar, sitúa en la parte superior el aprendizaje proveniente de la lectura (10%) y en la parte inferior lo que enseñamos a otros (95%). También podríamos segmentarla en 2 secciones, la primera (del 10% al 50%) como aprendizaje pasivo que consiste en la lectura, la observación y la escucha activa, y la segunda (del 70% al 95) como aprendizaje activo, en el que socializamos el conocimiento (discutimos con otros, defendemos una posición determinada, relacionamos conceptos y desarrollamos el pensamiento crítico), lo ponemos en práctica (aprender de los errores, descubrimiento y análisis) y por último lo enseñamos a otros.

¿Más datos? En en siguiente artículo, learning-by-teaching, dispones de más estudios y referencias que demuestran el efecto positivo de este método para fortalecer tanto el aprendizaje como la memoria.

Experiencia personal

Tras finalizar los estudios, tuve la oportunidad de dedicarme un tiempo a la enseñanza, y la sensación que me queda todavía hoy, después de más de 15 años, es la de satisfacción por haber contribuido en el crecimiento de otras personas y del mío propio. Digo esto por que en muchas ocasiones, me cuestionaban conceptos básicos o me hacían preguntas de las que no tenía respuesta, y eso hacía que tuviese que aprender o completar el conocimiento desde diferentes perspectivas para posteriormente poder explicarlo. Aquí estaba la clave: cuando aprendía un concepto para explicar me suponía un esfuerzo adicional, ya que requería aplicar un enfoque diferente y esto repercutía en una mejor asimilación.

Puesta en práctica del método

Decidimos probar esta metodología de “aprender enseñando” ligándolo a las nuevas tecnologías como herramienta motivadora, es decir, convirtiéndoles en profes “youtubers”, donde ellos (ya que también incluí a mi hija de 7 años) eran los protagonistas Por motivos de privacidad, no hemos puesto públicos nuestros vídeos pero os compartimos los beneficios que hemos obtenido de este método:

  • Diversión. La tomas falsas son muy divertidas! 🙂 .
  • Comprensión. Saber que tienen que explicarlo les hace tomar mayor responsabilidad y se esfuerzan más por comprender el concepto.
  • Confianza en sí mismos por resolver el problema.
  • Habilidades de comunicación. Narrar sus propias historias les requiere ordenar las ideas y trabajar la exposición (al principio requiere un poco de guía) .
  • Implicación. Al ser divertido y ver los frutos de manera rápida, hace que se involucren mucho más.
  • Creatividad. Incentiva el pensamiento creativo (como explicarlo, que ejemplos poner, decorado… ).
  • Resiliencia. ¡A la primera no sale!, ni a la segunda. Requiere trabajo, esfuerzo y asimilar el fallo.

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